1 de noviembre de 2012

IDEL VEXLER TALLEDO Y LEÓN TRAHTEMBERG FRENTE AL PROBLEMA EDUCATIVO NACIONAL




No cabe duda que cuando necesitamos abordar un tema tan crucial, importante y a la vez controvertido como lo es la problemática educativa nacional, necesitamos recurrir a los personajes que resultan ser los más recurrentes en este asunto. De otra forma, no sería relevante realizar un ensayo. Por ahora, voy a referirme a dos de estos personajes que en cierta medida son representativos por la dimensión política, social y de investigación que encierran en su trayectoria profesional y laboral: Idel Vexler Talledo y León Trahtemberg.

Idel Vexler, piurano de 62 años de edad, hijo de judío y de una dama piurana. Licenciado en Educación Secundaria por la Universidad Enrique Guzmán y Valle y Magister en Educación por la misma universidad. Ha sido Viceministro de Educación durante 10 años, desde la gestión del ex presidente Alejandro Toledo (2001- 2005)  y todo el período de Alan García (2006-2011). Ha sido premiado numerosas veces, durante los 10 años de gestión como viceministro, impuestas generalmente por universidades particulares, ávidas de favores políticos del alto funcionario. Su labor principalmente se reduce al aspecto político, por lo que durante el período Toledista, la educación pública sufrió un gran revés, tanto en la calidad educativa, la infraestructura y las pésimas condiciones laborales que le tocó vivir al maestro peruano.

Durante su gestión en el período de Alan García, Idel Vexler mantuvo el mismo cargo, siendo uno de los poquísimos de la gestión Toledista en no ser removidos de tan alta función. Su labor, igualmente deplorable, ya que se limitó a ser el escudero  de una gestión caracterizada por el descuido de la educación pública en todo orden y hasta el extremo de la corrupción con los escandalosos negociados en la reconstrucción y mantenimiento de los denominados “colegios emblemáticos”, cuyas buenas pro no se llevaron a licitación pública, en desmedro de la disciplina y transparencia del gasto público.

Durante sus 10 años de gestión, sólo puedo deducir que se trata de un personaje ávido de poder, de premios de todo orden y su vigencia en el cargo durante el largo período puede indicarnos su compromiso con el conocido “ala caviar”, muy extendida en el poder político, que usualmente utilizan a grupos pro comunistas para mantenerse en el poder. Su estrecha vinculación a la ONG Educa y a la cuestionada ex ministra Gloria Helfer, explican los compromisos políticos y económicos de Idel Vexler.

Fuera del poder político, escribe su sexta publicación (las anteriores se reducen mayormente a informes sobre la situación educativa nacional durante su gestión de viceministro), denominada "Reflexiones comprometidas" obra que trata de asuntos que se dan en la literatura pedagógica sobre políticas educativas, currículo y aprendizajes, gestión educativa, tutoría y orientación educativa, cultura, arte y deporte, formación ciudadana y cívica; y educación para el trabajo y gestión educativa. El objetivo del autor es que los lectores tengan una mirada académica conceptual de la educación, "desde un compromiso en la acción de los temas educativos, de la agenda institucional y pedagógica que se ha desarrollado en los últimos años”, como él mismo refiere.

Como podrá notarse, su propuesta es ambigua y su trayectoria laboral se obsesiona en atornillarse en el puesto, desnudando su verdadera y única aspiración: el poder político. Nada de lo que propone en sus informes logra cristalizarse, quizás por su carencia de convicción o precaria visión mercantilista de judío, respecto al tema educativo nacional.

León Trahtemberg, nacido en Lima en 1951, es egresado de la Universidad Nacional de Ingeniería  y de la Maestría en Administración de Empresas por la Universidad del Pacífico. Realizó además una especialización en Administración de la Educación en la Universidad de Lima y obtuvo un Magister en Educación en la Universidad Hebrea de Jerusalem. Fue profesor y director general del Colegio judío León Pinelo entre 1984 y 2008. Al igual que Vexler, también es de ascendencia judía.

Es conferencista, consultor y comunicador social sobre temas relacionados con educación y responsabilidad social. Es frecuentemente consultado por los organismos adscritos a la educación pública peruana para tratar temas educativos y sociales. Ha escrito más de una docena de libros abordando la problemática educativa nacional y a diferencia de Idel Vexler, en reiteradas oportunidades se ha negado aceptar el cargo de ministro de educación. La propuesta educativa de León Trahtemberg, básicamente se centra en temas de gestión, tecnología y nueva formación docente. Sus propuestas han encontrado eco en sendos editoriales de los principales diarios del país.

El profesor León Trahtemberg ha criticado reiteradamente a las capacitaciones de maestros: la mencionada capacitación, tal como se practica, casi no sirve para nada; no mejora la calidad de la educación; es un esfuerzo inútil”. Ha analizado además el sistema de educación peruano, al advertir que no existe un proyecto educativo nacional, que no es suficiente intentar la actualización de los educadores con metodologías inapropiadas y que, entre otras cosas, tampoco es suficiente tener buenas ideas sectoriales, sino, sobre todo, ejecutarlas de manera adecuada para nuestra realidad.

A partir de estas observaciones , el especialista plantea un concepto que nos parece debiera ser apoyado: la formación de una “masa crítica” de unos dos mil especialistas en educación, al más alto nivel, formados en ciclos intensivos de uno a dos años de preparación a cargo de los principales expertos nacionales y algunos del extranjero. Una vez concluido este período, deben ser sembrados en todo el país para lograr un efecto de multiplicación que aún no se logra”.

Al respecto, debo comentar que la propuesta es bastante seria, pero la contradicción surge en el sentido que el autor León Trahtemberg no es capaz de ejecutar su prédica, al no aceptar el cargo de ministro, por lo que podemos asegurar que la teoría que sustenta en diversos medios, no podría ser aplicado, si no es precisamente a través del poder político.