27 de octubre de 2009

CURSO DE MECANOGRAFIA GRATIS POR INTERNET

En esta ocasión quiero compartir con ustedes un fantástico curso de MECANOGRAFÍA, que será útil para todos los jóvenes y adultos.

Este modo es una demostración del curso de mecanografía gratis ofrecido por CURSOMECA (www.cursomeca.com). Para poder disponer de todas las funcionalidades del curso puede registrarse gratuitamente en la dirección arriba indicada.

Este curso de mecanografía le irá guiando paso a paso hasta conseguir escribir correctamente usando los 10 dedos sin mirar el teclado. Conseguirá gran velocidad y pulcritud en poco tiempo.

Es muy importante colocar bien los dedos sobre el teclado. Las manos siempre deben estar en la posición base. Para ello, hay que tener los dedos de la mano izquierda sobre las teclas ASDF y los dedos de la mano derecha sobre las teclas JKLÑ. La barra espaciadora se pulsa con el dedo pulgar. La tecla INTRO hay que pulsarla desplazando el dedo meñique de la mano derecha. Siempre que se pulse una tecla hay que volver las manos a la posición base.

La siguiente imagen muestra la correcta posición base de las manos:

Dispondrá de un gráfico con la posición de las teclas durante los ejercicios.
Es importante no mirar nunca el teclado y utilizar siempre los dedos correspondientes para pulsar las teclas.

Lección Nº 1

Asegúrese de tener desactivada la tecla de BLOQ MAYUS para realizar todo el ejercicio en minúsculas.
Pulse la BARRA ESPACIADORA con el dedo pulgar para avanzar entre las letras separadas por un espacio.
Recuerde pulsar la tecla INTRO al final de cada línea, desplazando ligeramente el dedo meñique de la mano derecha.
Las manos deben permanecer siempre en la posición base.
Puede regular el tamaño de las letras del texto a escribir pulsando sobre los botones del final de la página.
Invitado, teclee con atención el siguiente texto:

jjjj kkkk llll ññññ aaaa ssss dddd ffff ññññ llll kkkk jjjjffff dddd ssss aaaa ññññ aaaa llll ssss kkkk dddd jjjj ffffaajj sskk ddll ffññ jjaa kkss lldd ññff ññaa llss kkdd jjffajfñ ñjfa adjl sfkñ ñkfs ljfa sldk ldks ljñk dafs fljs ajñf

22 de octubre de 2009

LAS MATEMÁTICAS OCULTAS EN LA RUTINA DIARIA

El presente ensayo nos abrirá un poco más el panorama que tenemos respecto a las ciencias matemáticas, formando parte de nuestra vida cotidiana. Los expertos reunidos en Madrid subrayaron las aplicaciones prácticas de cada avance en su lenguaje abstracto. J. A. AUNIÓN – Madrid EL PAÍS - 06-09-2006. Deléitense con el artículo:

Dos caminos paralelos. En uno está el mundo físico, la naturaleza, la vida cotidiana del hombre. En el de al lado, ese lenguaje de pensamiento abstracto llamado matemáticas. Pero en el trayecto ambos caminos se conectan, mejorando de tal manera y tan a menudo la vida del hombre que los ejemplos se convierten en infinitos, tan cotidianos, que no hace falta más que ir al baño, encender la calefacción o el ordenador para encontrar matemáticas.

El ejemplo de los caminos paralelos lo ponía Gutam Mukharjee (45 años), del Instituto Indio de Estadística, durante un descanso de las sesiones del Congreso Internacional de Matemáticos que se acaba de celebrar en Madrid. Allí, unos 3.500 expertos discutieron sobre el presente y el futuro de esta ciencia y, además, mostraron cómo las matemáticas envuelven la vida cotidiana.

Del termostato al buscador de Internet. Cuando alguien pone el termostato de la calefacción a una temperatura de 20 grados, la máquina encenderá los radiadores hasta que la casa esté un poco por encima de esos 20 grados. Después los apagará hasta que el ambiente esté un poquito por debajo de lo deseado. Luego volverá a encenderlos..."La estrategia -cuándo se enciende, cuándo se apaga- no es trivial. Para calcularlo se utilizan ecuaciones matemáticas", explica Enrique Zuazua, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Esas mismas ecuaciones se usan para mantener una velocidad constante en los lectores de CD, o para saber hasta dónde hay que llenar de agua la cisterna, añade.

"La gente está acostumbrada a que las cosas funcionen solas, pero detrás hay algo que las hace funcionar", explica Zuazua. Al introducir una palabra en el buscador de Internet, por ejemplo, en Google, los resultados tampoco son casuales. "Los matemáticos imaginamos la Red como un montón de canicas colocadas sobre una superficie. Hay que identificar quiénes son los que miran y quiénes los que son mirados, buscar la palabra que se pide y jerarquizar los resultados -si buscas la palabra Kleinberg, quieres encontrar a Jon Kleinberg, el científico que acaba de obtener el premio Nevanlinna, no al señor Kleinberg que vive no sé dónde". Todo eso se hace a través de algoritmos que contemplan todas esas variables.

El casco de los ciclistas y el coche que menos consume. En los últimos años, la forma de los cascos de los ciclistas, al menos los que usan en una contrarreloj, ha cambiado: redondeados por delante, acabados en pico por detrás..., y no se trata de una cuestión estética, sino de aerodinámica, que intenta mejorar el rendimiento de los deportistas. Mediante ecuaciones, se simula el comportamiento de un objeto sólido (el casco, la bicicleta...) en interacción con un fluido (el aire) hasta dar con el diseño más eficiente (en este caso, el que ponga menos resistencia al aire). En los aviones, los coches o los barcos se utiliza el mismo procedimiento, y el diseño variará en función del objetivo: que sea más rápido, más estable o que gaste menos combustible.Decisiones y jerarquías reales. En las empresas, más allá de las jerarquías de jefes, subjefes, y tropa, las matemáticas permiten conocer la jerarquía real: qué empleado tiene mejores contactos o a quién hay que dirigirse para canalizar mejor una información. Lo hacen los matemáticos sometiendo los registros de sus correos electrónicos a la teoría de Grafos. Las aplicaciones de las matemáticas en sociología son muy amplias y van más allá de la estadística. Sirven incluso para evitar la propagación de una epidemia o para disminuir su impacto. Cuando no se dispone de medios para inmunizar o controlar a toda la población, las matemáticas permiten determinar a qué personas hay que vacunar para reducir el riesgo, explica Ángel Sánchez, de la Universidad Carlos III de Madrid.

De la célula al espacio. Predecir el comportamiento de una célula (por ejemplo, una bacteria) y después programarla para que realice una función distinta, la que se necesite en cada momento. La segunda parte sería imposible sin la primera, predicción que se hace con matemáticas. Eso es lo que están haciendo en la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia.

Y de lo más pequeño y cercano, a lo más lejano, el espacio. De nuevo con simulaciones matemáticas se calcula en qué momento exacto una sonda espacial ha de apagar los motores al entrar en contacto con la gravedad, y en qué momento, ya cerca del suelo, debe abrir los paracaídas y volver a encender los motores para aterrizar en su destino sin hacerse papilla.

Una escultura como una ecuación. Música, pintura, escultura..., las artes se han apoyado siempre, de una u otra manera, en las matemáticas. Un ejemplo es la obra del escultor japonés Keizo Ushio, que trabaja con formas geométricas y topológicas como la Banda de Moëbius (una cinta de una sola cara y no orientable), o el toro (una superficie cerrada producto de la unión de dos circunferencias). Una muestra de esta última, realizada en granito durante el Congreso de Matemáticos, se puede encontrar en el futuro Centro de Física del campus de Cantoblanco (Madrid) del CSIC. A partir de cálculos matemáticos, Ushio fragmenta las formas para convertirlas en sus esculturas. "Las matemáticas son un lenguaje universal, y no hace falta papel para plasmarlas", explica. De hecho, asegura que hace sus cálculos "mentalmente".

Un abrazo y espero sus comentarios.

21 de octubre de 2009

Opinión sobre el XVIII CONGRESO NACIONAL DE ECONOMISTAS

Sres. del Colegio de Economistas de Lima:

Mis cordiales saludos y mi agradecimiento por la invitación al XVIII Congreso Nacional de Economistas.

Al respecto del evento a realizarse, los felicito por el gran dinamismo que la Directiva del CEL viene desarrollando con gran visión y para orgullo de los afiliados. Y también porque es notoria su gran preocupación en contar con excelentes expositores y especialmente por el Dr. Virgilio Roel Pineda, quien será el moderador de dicho evento. Tuve la suerte de escuchar sus ponencias en varias oportunidades.

Les agradecería tomen nota de una opinión mía, con relación a la programación de las actividades:

Teniendo en cuenta que la economía es una ciencia social cuyo objetivo es el estudio de las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios; los que van a permitir la satisfacción de las necesidades humanas de una sociedad; es de conocimiento pleno que la economía necesita de otras ciencias para cumplir su objetivo con la eficiencia necesaria. Así, la psicología y la filosofía intentarán explicar la determinación de objetivos, asumiendo la conducta del consumidor. La historia explicará y demostrará la ruta a seguir a la luz de los hechos, la sociología explicará científicamente el comportamiento humano dentro de un contexto social, así como la ciencia política nos explicará las relaciones de poder que intervienen en los procesos económicos. Y se puede seguir mencionando más disciplinas...

Por lo que, un evento de tal magnitud como PERÚ: ENCUENTRO ECONÓMICO CON EL MUNDO, deberá contemplar necesariamente los puntos de vista del filósofo, del psicólogo, del historiador, del sociólogo, del político, etc. Ojo, no estoy cuestionando la programación, sólo estoy indicando la justificación de la participación de profesionales de otras disciplinas.

Además, el fenómeno económico no sólo afecta a los profesionales de las ciencias económicas, comerciales contables y las mencionadas líneas arriba. El fenómeno económico es parte inherente de todo ser humano e involucra a todos, sin desmedro de profesión, oficio ú ocupación. El fenómeno económico no hace distingos de credos, ni de género, ni de raza.
En consecuencia, es importante aperturar el Congreso Nacional de Economistas a profesionales de otras ciencias, a estudiantes destacados, a algún trabajador de la actividad privada ó pública, a un exportador, a un agricultor, a un chef de éxito, etc. La voz de los no economistas también es importante. Por favor, no se cierren como otros colegios profesionales que se sienten exclusivos al convocar solamente a los profesionales afiliados a su gremio. Esa exclusividad hace daño, en tanto no involucre a otros actores que permitirían profundizar aún más los conocimientos, principalmente en el tema social.

Entendamos que la Globalización no sólo es apertura comercial ó económica. Es apertura de conocimiento, es apertura mental como actitud individual y colectiva, pero también es tolerancia al cuestionamiento. Por ejemplo, en la Programación de Actividades de dicho Congreso hay una Conferencia: “Crecer sin Exclusión”. Yo les pregunto: ¿Quién nos puede hablar mejor de exclusión: Aquél economista que conoce magistralmente cifras y ecuaciones sobre crecimiento económico o aquél que se siente excluído? ¿No les parece que ambos actores podrían hablar el tema de manera complementaria? Bueno, es sólo una reflexión a la opinión planteada.

Reitero mis agradecimientos correspondientes, esperando que el Colegio de Economistas sea el primer colegio profesional en abrir sus puertas a la disertación y tratamiento del tema económico a los no economistas. Sé que la apertura mental de su directiva así lo entenderá.

Un abrazo,

16 de octubre de 2009

EL ECONOMISTA CAMUFLADO

Título: The Undercover Economist
Autor: Tim Harford
Tema: Economía, divulgación
Editorial: Oxford University Press
Páginas: 276ISBN: 0-19-518977-9
Idioma: Inglés (Hay edición en español)

Hace pocos meses, tuve la oportunidad de leer la obra “El Economista Camuflado”, del economista norteamericano Tim Harford. La edición en castellano es reciente y no tiene más de 12 meses en el mercado nacional.

El análisis económico que realiza Tim Harford es sobre situaciones bastante familiares y cotidianas, lo que hace didáctica y muy amena su lectura.

Tim nos demuestra que un sistema efectivo para reducir el tráfico en una ciudad es tener peajes en las entradas, como en Londres, y no parquímetros, como en Madrid. También hace un sencillo y didáctico análisis económico en la comercialización del café en las cafeterías de las grandes ciudades. Afirma que los cafés son caros porque los locales lo son, y le da la vuelta: los locales son caros porque las cafeterías son capaces de vender cafés caros.

Además aborda temas tan actuales como el de la sanidad, contraponiendo el modelo de mercado de EEUU (que es un fracaso) y el modelo gratuito del Reino Unido (que, a pesar de ser mejor que el de EEUU tiene también grandes problemas). Propone como alternativa un modelo mixto que mejora ambos y que se aplica con éxito en algún país. Esta propuesta merece un pequeño debate que me gustaría hacerlo con mis lectores a un nivel de foro.

Para Tim es importante además hacer un buen repaso a la economía, y temas inherentes como la escasez, la autofijación de precios, la globalización, los países pobres y el crecimiento económico.

También nos damos una vuelta por países en desarrollo. Tim compara a Camerún y China, dos países que el autor visitó y que hace pocos años tenían niveles de pobreza similares. Mientras que China ahora es una superpotencia económica y no para de crecer, Camerún sigue sumido en la miseria.

Y aprendemos por qué Tim cree que el protocolo de Kyoto puede ser realmente útil, pues un protocolo anterior que los EE.UU. hicieron de manera interna, consiguió recortar muchísimo las emisiones de azufre.

Una de las mejores partes del libro comienza con la frase “Una empresa siempre intentará cobrarte por un producto lo máximo que estés dispuesto a pagar”. Y a continuación da varios ejemplos, que todos conocemos, de empresas que ponen distintos precios a productos muy similares para que cada cual elija lo que está dispuesto a pagar por ellos.

También hay referencias aisladas a teoremas económicos muy interesantes, como aquél que demuestra que imponer un arancel al producto A importado de otro país es equivalente a poner un arancel al producto B exportado por nuestro propio país.

A mis amigos cibernautas les recomiendo este libro, porque ayudará a tener una visión más amplia del tema económico mundial y su comprensión como ciencia social. Lean esta obra y develarán muchos misterios.

12 de octubre de 2009

LA BALANZA COMERCIAL

Para definir la Balanza Comercial, es necesario, como primer paso, definir qué son exportaciones e importaciones.

Las importaciones se refieren a los gastos que las personas, las empresas o el gobierno de un país hacen en bienes y servicios que se producen en otros países y que se traen desde esos otros países a él; es decir, la cantidad de bienes y servicios que son producidos en el exterior y que se traen al Perú por parte de las personas, las empresas o el gobierno.

Las exportaciones son los bienes y servicios que se producen en el país y que se venden y envían a clientes de otros países.

LA BALANZA COMERCIAL se define como la diferencia que existe entre el total de las exportaciones menos el total de las importaciones que se llevan a cabo en un país en período determinado de tiempo.

Balanza comercial = exportaciones – importaciones

Esta diferencia, según cuales sean las importaciones y las exportaciones en un momento determinado, podría ser positiva (lo cual se denomina como un superávit comercial) o negativa (lo cual se denomina como un déficit comercial).

Se dice que existe un déficit cuando una cantidad es menor a otra con la cual se compara. Por lo tanto, podemos decir que hay déficit comercial cuando la cantidad de bienes y servicios que un país exporta es menor que la cantidad de bienes que importa. Por el contrario, un superávit comercial implica que la cantidad de bienes y servicios que un país exporta es mayor a la cantidad de bienes que importa.

Es muy importante para cualquier país tener una balanza comercial positiva; es decir, en superávit, porque de esta forma están entrando más recursos al país a través de las ganancias de las exportaciones que los recursos que salen por el pago de las importaciones, ya que los productores nacionales y la economía en general tienen mayores recursos para realizar sus actividades y desarrollar otras nuevas y, así, incentivar y desarrollar la economía nacional.

EN EL PERÚ, AGOSTO-2009, LA BALANZA COMERCIAL mostró un superávit de US$ 539 millones, con lo cual en el periodo enero - agosto se acumuló un superávit de US$ 2 828 millones.

Las exportaciones de agosto fueron US$ 2 275 millones. Respecto a julio del 2009, se registró una caída nominal de 1,1 por ciento. El volumen embarcado fue menor en 5,8 por ciento por los menores embarques de harina de pescado y cobre. Los volúmenes exportados de los productos no tradicionales aumentaron 0,5 por ciento, particularmente los sectores agropecuario, químico y siderometalúrgico.

El precio promedio de las exportaciones aumentó 5,0 por ciento respecto a julio, los mayores precios de harina de pescado, cobre, zinc y petróleo que llevaron a un incremento de 6,6 por ciento en el precio de las exportaciones tradicionales.

En agosto el valor de las importaciones fue de US$ 1 736 millones, nivel similar al del mes de julio. Se registraron menores volúmenes importados (2,3 por ciento) luego de crecer 5,5 por ciento en julio y mayores precios promedio (2,1 por ciento), ante el mayor precio promedio del petróleo (13,3 por ciento).



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
J.M. Rosenberg, Diccionario de Administración y Finanzas, OCEANO/CENTRUM, Barcelona, 2002.
SACHS, Jeffrey D. y LARRAÍN, Felipe B., Macroeconomía en la economía mundial, Prentice Hall, 1994.
Y. BERNARD- J.C. COLLI; Dictionaire Economique Et Finacier, Asociación para el Progreso de la Dirección, Madrid, 1985.
BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ, Nota de estudios Nº 50- Balanza Comercial, agosto 2009.

9 de octubre de 2009

LA ECONOMÍA DURANTE LA DOMINACIÓN COLONIAL TEMPRANA

Estimados cibernautas:

Quiero compartir con ustedes este breve ensayo histórico sobre nuestra economía durante la época colonial temprana, basado en la lectura del artículo de la introducción del Tomo II del Compendio de Historia Económica del Perú de Carlos Contreras, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

El compartir este artículo con ustedes tiene por objeto contar con los instrumentos históricos a fin de comprender las estructuras actuales de nuestra pujante, pero aún subdesarrollada economía. Es fácil entender que la historia ayuda a descifrar muchos misterios. Espero les agrade la lectura y espero sus comentarios. Un cordial saludo.

LOS CAMBIOS QUE TRAJO CONSIGO LA CONQUISTA O INVASIÓN ESPAÑOLA FUERON DE TAL MAGNITUD QUE NADIE DUDA QUE SIGNIFICARON EL INICIO DE UNA NUEVA ERA EN LA HISTORIA DEL PERÚ.

En 1532, la hueste de conquistadores españoles que había desembarcado en Tumbes a finales del año anterior, capturó al Inca Atahualpa. Con ese acto se dio inicio al derrocamiento del Estado Inca y su sus­titución por un nuevo gobierno, dominado por ellos. Unos quince a veinte años después, la corona espa­ñola consolidó su dominio sobre las nuevas tierras, desplazando a los conquistadores, que reclamaban mayores derechos y autonomía sobre las posesiones que habían ganado sin mayor apoyo de aquélla.

En el terreno económico los españoles no sola­mente introdujeron nuevos cultivos, animales y tecnología, sino que también trasladaron nuevas instituciones y organizaciones económicas, como la moneda, el trabajo asalariado, las ciudades y la hacienda o latifundio agropecuario. Dieron inicio a un nuevo sector productivo, destinado a cumplir un rol protagónico entre nosotros, la minería, y vincu­laron a la economía peruana con el resto del mundo, precisamente de la mano de este nuevo sector.

De otro lado, hacia 1700, con la muerte del rey de España, Carlos II, se desató una crisis de sucesión en dicha monarquía, que terminó de resolverse recién en 1713, con el advenimiento de una nueva dinas­tía, conocida como la de los Borbones. Por ello, el período que va desde 1532 hasta 1700, es llamado “período de los Austrias” o de los reyes Habsburgo, a fin de diferenciarlo de la época de los Borbones, corrida desde 1700. La historiografía considera que ambas dinastías tuvieron estilos distintos para gober­nar sus colonias: uno mucho más laxo que dejaba más espacio a la autonomía y a las peculiaridades locales, el de los Austrias, y otro más autoritario, aunque a la vez más preocupado por el “progreso” económico, el de los Borbones.

En esta Introducción quisiera precisar algunas de las claves del período de los Austrias en el Perú, que terminan dándole cierta unidad y continuidad, en medio de las transformaciones que ocurrieron a lo largo de más de siglo y medio que dicha cronología contempla. Por tratarse de un compendio de historia económica, pondré el acento, naturalmente, en los temas que atañen al devenir de la producción y el consumo en el espacio del virreinato peruano, así como a las condiciones del entorno social y político que afectaron dicha producción y consumo.

SOBRE EL ESPACIO GEOGRÁFICO

Una primera clave tendría que ver con el espacio geográfico del virreinato. Aquí habría que precisar que aunque sobre el papel éste era muy extenso, en la práctica, el gobierno tenía muy poco control sobre él, además de estar sus diferentes regiones mal comunicadas. Comúnmente suele referirse que hasta la creación de los nuevos virreinatos de Nueva Gra­nada y Río de La Plata, en el siglo XVIII, el virreinato peruano abarcaba toda Sudamérica menos el Brasil (que, por lo demás, era más pequeño que la república que hoy es). Pero la realidad es que el dominio efec­tivo que el virrey de Lima tenía de semejante terri­torio era muy limitado. En el norte, las Audiencias de Santa Fe de Bogotá y Quito –fundadas tempra­namente, hacia los mediados del siglo XVI– aunque formalmente dependían del virreinato de Lima, en el terreno de los hechos mantenían bastante auto­nomía. Solo en momentos críticos para la seguridad del imperio, la llegada de tropas o de caudales desde Lima les recordaba el vínculo de dependencia con ella. Por el oriente, el control español no avanzaba más allá de la región de la sierra; recién en el siglo XVIII el Estado colonial intenta ingresar en la región amazónica. Las ciudades de Chachapoyas, Tarma y Huamanga funcionaron como ciudades-frontera con la región del oriente, de modo que venían a demarcar los límites políticos del gobierno de Lima, al modo de “fronteras vivas”.

Por el sur, el dominio del virreinato peruano se extendía hasta las ciudades de Tucumán y Córdoba (en la actual Argentina), fundadas en la segunda mitad del siglo XVI, incluyendo la región de Charcas, conocida como el Alto Perú. Aunque en esta última región se constituyó también una Audiencia propia (Charcas), la importancia que la minería de Potosí y Oruro mantuvo para la Real Hacienda (o economía pública virreinal) fue tal que el gobierno de Lima tuvo siempre una fuerte injerencia sobre los asuntos de Charcas. Esta fue una diferencia importante frente a la relativa independencia con que se manejaron las Audiencias del norte. Por ser una región interior, sin rápida salida al mar, para el gobierno de Lima fue más sencillo controlar los destinos de Charcas. Las ciudades del Cuzco y La Paz servían como ciudades-escala en el cordón umbilical que unía a Lima con la región minera del Alto Perú. Por la costa del Pacífico, el dominio de Lima se iba atenuando conforme se alejaban las distancias y conforme hubiese o no, algún centro económico de interés fiscal. Arica y Tarapacá se mantenían claramente dentro del “espa­cio peruano”, por servir el primero como puerto de salida de la minería del Alto Perú y por contener, la segunda, algunos asientos productores de plata. Más al sur, el vínculo político comenzaba a debilitarse. Callao con Valparaíso mantenían alguna comu­nicación, tanto política cuanto comercial, lo que garantizaba cierto control del virrey del Perú sobre las villas del centro chileno. De todos modos, las colonias de Santiago y Concepción debían aprender a bastarse a sí mismas.

Se trataba de un vasto espacio, de alrededor de un millón y medio de kilómetros cuadrados, que contemplado desde los estándares actuales, estaba muy poco poblado y, por lo mismo, muy mal comu­nicado. Todavía no se ha logrado establecer con pre­cisión cuánta era la población prehispánica en los Andes al momento de la irrupción española, pero sí hay consenso acerca de que los primeros dece­nios de esta irrupción significaron una aguda caída demográfica. Incluso, considerando las cifras más prudentes acerca de la población del Tahuantinsuyo en 1530 (algo menos de tres millones de perso­nas), un siglo después de la conquista europea solo sobrevivían unos 600 mil indios, a los cuales podría añadirse unas pocas decenas de miles de esclavos de origen africano y una cantidad similar de españoles y mestizos. La población total no superó el millón de habitantes hasta bien entrado el siglo XVIII.

Las causas de la gran despoblación siguen siendo materia de conjetura. Epidemias provocadas por virus desconocidos, guerras y violencias entre los conquistadores y los indios, o entre los propios con­quistadores, que usaban a los indios como fuerza de choque, han sido esgrimidas como causas. El hecho es que recién en el siglo XVII, la población consiguió estabilizarse, después de haber perdido no menos de sus cuatro quintas partes. De acuerdo a los estudios demográficos de Noble D. Cook, la región de la costa fue la más devastada por la crisis demográfica, mien­tras que el sur andino fue el que mejor se defendió.

Las posibilidades mercantiles a que daba pie esa escuálida población eran, por supuesto, muy redu­cidas. La tierra sobraba y el trabajo era, en cambio, desesperantemente escaso. En tales condiciones lo difícil no era conseguir los recursos naturales para producir, sino atraer los trabajadores necesarios para arrancar dichos recursos del suelo. El capital disponible era también escaso. No existía la magia de la moneda fiduciaria para expandir la oferta monetaria. Y este magro capital debía consumirse en asegurar la mano de obra más que en instalar máquinas o instrumentos que apoyasen el trabajo humano.

Las formas que históricamente han servido para que unos hombres obliguen o convenzan a otros hombres a trabajar para ellos han sido el uso del poder (sea militar, religioso, o de organización) y la amenaza de la violencia (como en la esclavitud); la oferta de protección a fin de librar, y defender, a los potenciales trabajadores de la violencia y la arbitra­riedad de otros (como en la servidumbre feudal); o la falta de tierras libres, que no dejaba más alternativa a los desposeídos de tierras que ofrecer su trabajo a los que controlaban los recursos (la proletarización). Esta tercera fórmula es la que resulta más económica para la sociedad, puesto que hay menos necesidad de distraer recursos en vigilantes, soldados y verdugos, como en las otras dos, pero era precisamente ella la que no estaba disponible para los hombres del período colonial, dado el panorama de la relación tierra/población. Es cierto que incluso en escenarios así, la tierra podría ser acaparada por unos pocos, obligando al resto a ofrecerles su mano de obra, pero cuando estamos frente a un desbalance tan fuerte entre tierras (abundantes) y hombres (escasos), los costos de proteger la propiedad de la tierra acapa­rada podrían ser tan grandes que no alcanzarían a ser compensados con su explotación productiva, a menos que se cosechasen diamantes.

SOBRE LA MANO DE OBRA

Los colonos españoles se afanaron en trasladar al virreinato animales y herramientas que ahorrasen la necesidad de trabajo. Bueyes que tiraban arados, mulas que podían trasladar sobre sus lomos más de cien kilos, por todo tipo de caminos; molinos que se movían por la fuerza de una caída de agua, barretas de fierro que podían horadar las peñas en las minas, o servir de palanca en los trabajos del campo, y rue­das que permitiesen la acción de las poleas para las operaciones de izaje, o el traslado de materiales, fueron una forma de compensar la escasez de tra­bajadores locales.

La esclavitud no dejó de ser una fórmula socorrida. La presencia de europeos en las costas africanas desde finales del siglo XV permitió surtir de mano de obra forzada a las empresas coloniales americanas. Pero se trataba de un procedimiento costoso.

Tómese en cuenta la necesidad de adelantar un elevado capital a través de la compra del esclavo, la incertidumbre de su rentabilidad (el esclavo podía enfermar, esca­parse o morir) y la poca calificación de esta mano de obra, era de suyo difícil. Solo empresas de muy alta rentabilidad, o donde la necesidad de contar con una mano de obra permanente era importante, podían permitirse el lujo de operar con este tipo de mano de obra. El resto de empresas debía resignarse a la segunda fórmula, la de la servidumbre, ofreciendo a los indios (a quienes tempranamente la corona española había prohibido esclavizar) tierra (que era el factor abundante) y protección, no tanto frente a los ataques de vecinos violentos, como en la edad medio europea, sino frente a las exacciones que las autoridades coloniales (y también las indígenas, que en esto hicieron un rápido aprendizaje) practicaban frente a cualquier indio que no contase con un señor que lo amparara. Pero debió suceder a menudo, que las dificultades para proveerse de mano de obra eran tan grandes que se renunciaba a la empresa (o esta ni siquiera llegaba a ser concebida) y los colonos busca­ban ganarse la vida como burócratas o sacerdotes.

El problema de las fórmulas laborales de la escla­vitud y la servidumbre es que no aumentan el con­sumo de bienes, como históricamente sí ha ocurrido con el trabajo libre. En este sentido, no colaboran con la expansión del mercado interno, o lo hacen solo débilmente. Pueden servir para economías colonia­les, donde de lo que se trata es de exportar bienes, sin esperar que este tipo de economía pueda servir como un mercado dinámico de bienes de consumo. Los esclavos produjeron en el Perú colonial bienes para el mercado exterior: azúcar, oro y plata, princi­palmente. Del resto de la producción se hizo cargo otro tipo de mano de obra: yanaconas o siervos, o trabajadores independientes que operaban en el marco de una economía de autosubsistencia.

La introducción de la mita (un sistema de trabajo forzado, rotativo y remunerado) fue por ello un punto de quiebre importante en la historia del Perú colonial. Supuso la instauración de un tributo en trabajo a la población indígena, que obligaba políti­camente a los indios que constituían, hacia los finales del siglo XVI, el 85 a 90 por ciento de la población, a trabajar para los empresarios coloniales de acuerdo a un sistema de turnos que duraba un año de cada siete. Desde entonces, la oferta laboral disponible para los empresarios coloniales permitió la inver­sión en una minería moderna en el contexto de la época, así como en grandes talleres textiles de ropa basta (los obrajes). Esta práctica fue instaurada por el virrey Toledo en 1573 y estuvo en la base del gran impulso económico que cobró desde ese momento la producción del virreinato peruano, especialmente en el ámbito de la minería. Lo interesante fue además que, tal como señaló Heraclio Bonilla hace algún tiempo, la mita funcionó como una forma de apren­dizaje de los campesinos para la venta de su fuerza de trabajo. Así, al poco tiempo de su instauración, aparecieron en la minería los indios “mingas” o tra­bajadores voluntarios.

EL MERCADO Y EL ROL DEL ESTADO

Lo exiguo del mercado colonial devenía, de un lado, de la poca densidad demográfica; de otro, del poco número de trabajadores libres; y finalmente, del pequeño tamaño de la población urbana. Históricamente ha sido ésta la que ha alimentado más poderosamente la expansión de los mercados, puesto que por definición la población urbana no produce sus propios ali­mentos ni otros bienes de consumo cotidiano. Por el contrario, compra dichos bienes, lo que promueve el comercio y la especialización de los productores. La población urbana, más expuesta a la interacción social y a la mirada de los otros, es la que se adelanta primero en la sofisticación del consumo, adquiriendo bienes de mayor grado de elaboración o acabado. Pero, salvo la villa minera de Potosí, sobre la cual se manejan cifras de población legendarias, las ciudades del Perú colonial temprano eran pequeñas, al tiempo que sus habitantes no habían terminado de cortar sus vínculos con el campo.

Muchos de ellos seguían poseyendo chacras o terrenos de cultivo en los alrededores, lo que les permitía mantener una dosis importante de autarquía. Al terminar el siglo XVII, solo Potosí rebasaría los cincuenta mil habitantes. Lima reunía alrededor de treinta mil y el resto de ciudades (Cuzco, Arequipa, La Paz, Quito) no llegaba, seguramente, a las veinte mil almas cada una.

Otra característica que debemos retener del Perú de aquella época es el papel principal que el Estado tenía en materia de transferencias de excedentes económicos.

Dado lo estrecho del mercado y la enorme proporción que tenía la economía de autosubsistencia en la que vivía la mayor parte de la población indígena, era el pago de los tributos la vía más voluminosa de las transacciones. Por la vía del tributo parte del excedente de los indios iba a las manos de los encomenderos (que fueron algo así como la elite de los colonos españoles hasta los inicios del siglo XVII) y parte del excedente de los productores mineros se trasladaba al Estado. Esto quiere decir que el mercado no se movía tanto por transacciones volunta­rias, sino por transferencias coactivas. Cualquier cambio en las pautas tributarias tenía, así, un fuerte correlato en la economía colonial. Un aumento en el tributo cobrado a los indios, acrecería su oferta de trabajo a los empre­sarios locales (si es que no desataba una rebelión); una disminución del impuesto cobrado a los productores del sector mercantil o “sector español” (terratenientes o mineros) podía hacer crecer su producción de forma significativa, o devolver al registro legal la parte que circulaba como contrabando.

Como los impuestos se cobraban sobre los montos brutos de la producción (y no sobre los netos, por la virtual imposibilidad de controlar esta brecha), cualquier descuento o aumento de las tasas tributarias tenía efectos muy sensibles sobre la conducta de las gentes.

El tema de los derechos de propiedad solo recientemente ha comenzado a preocupar a los estudiosos de la economía colonial. Habitual­mente se señala que los españoles introdujeron en el Perú la propiedad privada y el comercio. Los cronistas del siglo XVI, buscando defender la legitimidad de la presencia hispana en el país, criticaron que durante el período de la “tiranía de los incas”, estos no dejaban tener a los indios “cosa suya, propia en particular”. Con esta con­dena, los cronistas abrían paso a la idea de que los nuevos vasallos del rey en América debían acceder, ya cristianizados, a la propiedad privada de sus tierras y recursos, siempre y cuando cum­pliesen con sus tributos. Esta convicción, junto con la instauración de la escritura, que permitió un registro más eficiente de la propiedad, dio paso a la extensión de los primeros “títulos de propiedad” en el Perú. Incluso las comunidades indígenas recibieron sus títulos de tierras, pero estos no llegaron a individualizarse al nivel de cada familia, permaneciendo estas tierras “comu­nales”, igual que las de la Iglesia, como una pro­piedad “corporativa”. Como es sabido, este tipo de propiedad tiende a inmovilizar los recursos, haciendo poco fluido el juego del mercado. Teme­rosas de que los españoles engañasen a los indios en las transacciones y les comprasen a vil precio sus tierras, las autoridades llegaron a prohibir la venta de las tierras indígenas, que de este modo fueron sacadas del mercado. De modo que si bien el dominio español instauró la propiedad en el país, a la vez conformó organizaciones como los mayorazgos y la propiedad corporativa, que limitaron su circulación mercantil.

La expropiación de las minas de azogue de Huan­cavelica a sus descubridores, en la década de 1570, junto con la anterior limitación de la propiedad de las encomiendas a dos vidas (dos generaciones), pareció la señal de una sistemática política de irres­peto a los derechos de los propietarios. Pero creemos que esta imagen de la política del Estado colonial ha sido sobredimensionada por los historiadores estadounidenses que buscaron las razones del “éxito” económico norteamericano frente a lo que conside­raron el “fracaso” sudamericano. Por lo general, el Estado colonial resarció a los expropiados y negoció con ellos el traspaso de sus derechos.

La otra gran novedad de la época fue, desde luego, el comercio “exterior” o de larga distancia. Aun cuando, seguramente, fue una parte menor del producto bruto interno colonial la que com­puso las exportaciones, este comercio tenía profun­das implicancias para las finanzas del gobierno y la organización de un mercado interno (una idea que desarrolló el historiador argentino Carlos S. Assa­dourian). El comercio exterior no podía practicarse libremente, sino que debía limitarse al que conectaba con la metrópoli española, o con sus posesiones.

Felizmente estas eran abundantes, de modo que el Perú pudo realizar intercambios con casi toda Amé­rica e incluso con lugares tan lejanos como Filipinas. Fue el comercio exterior el que dio valor a las minas andinas, y éstas, las que dinamizaron, en sus entor­nos, la producción de insumos como la sal, el azogue, las mulas y las llamas, y de bienes de consumo que sostenían a la población de los campamentos. Con el fin de controlar mejor este comercio, que servía como un asidero fiscal importante, las autoridades redujeron al mínimo los puntos por donde podía realizarse, beneficiándose el Callao como la gran plaza redistribuidora del comercio ultramarino sud­americano.

El período del dominio colonial temprano tuvo, así, tantos signos negativos cuanto positivos para la evolución económica de lo que hoy es el Perú. Del primer lado podemos anotar la caída demográfica y la especialización del país como una economía exportadora de materias primas, que no requería de una mano de obra muy abundante. Es decir, el perfil perfecto de una economía colonial. Del segundo, el arribo de nueva tecnología y nue­vas instituciones económicas, que permitieron el incremento de la productividad. Es cierto que la crisis demográfica y el desmoronamiento del Estado inca produjeron también una pérdida de eficiencia de la economía anterior y un abandono de la tecnología autóctona. Fueron desapareciendo canales de riego, sistemas de andenería y otro tipo de conocimientos (entre los cuales parece que estaba, por ejemplo, el uso del guano de las aves marinas). Será tarea de la investigación futura determinar cuál fue el balance final entre lo que se perdió y se ganó con la conquista española, pero la impresión actual es que tras un (largo) período de ajuste, en que pesaron más los efectos negativos, la productividad del trabajo aumentó y los recursos naturales fueron mejor aprovechados.

6 de octubre de 2009

IMPORTANCIA DE LA ESTABILIDAD MACROECONÓMICA

A todos los peruanos nos complace evidenciar el hecho de que a pesar de los cambios en el esquema mundial, durante estos dos últimos años, el gobierno de turno ha tenido la capacidad de mantener un manejo económico prudente, sin incurrir en déficit fiscales ni inflación, continuando con el proceso de apertura de la economía y respetando la autonomía de las instituciones.

Sin embargo, se reconoce que esa estabilidad continúa siendo frágil, que en la región no necesariamente abundan los buenos ejemplos y que aún no estamos en la posición de decir que no hay riesgos de retroceso. Por ello, es imprescindible ejercer una suerte de vigilancia permanente al cumplimiento de las reglas que manda el buen manejo económico y que son las que hoy han permitido al Perú implementar una política anticíclica.

Para mayores detalles, agradeceré te sirvas clickear:

RESERVAS INTERNACIONALES NETAS, INSTRUMENTO DE DESARROLLO NACIONAL

Una de los factores fundamentales que frente a la crisis mundial ha mantenido firme nuestra economía nacional es el alto nivel de las RIN o Reservas Internacionales Netas.

El nivel de las reservas internacionales netas (RIN) de setiembre fue de US$ 32 130 millones, monto mayor en US$ 175 millones al registrado al cierre de agosto. El aumento del saldo de las RIN se debió principalmente a las compras en la Mesa de Negociación por US$ 269 millones, mayor valuación de de inversiones por US$ 164 millones, aumento en el rendimiento de las inversiones por US$ 67 millones, por las operaciones swap por US$ 28 millones y por los mayores depósitos del sector público por US$ 10 millones. Ello fue atenuado en parte por la disminución de los depósitos del sistema financiero por US$ 431 millones. Por su parte, la Posición de Cambio del BCRP de setiembre fue de US$ 22 056 millones, mayor en US$ 613 millones con relación al cierre de agosto.

Para mayores detalles en el tema, sírvase clickear:

5 de octubre de 2009

MEDIDAS MONETARIAS FRENTE A LA CRISIS INTERNACIONAL

Estimados cibernautas, colegas, empresarios y amigos:

Atendiendo algunas solicitudes sobre las medidas adoptadas por la actual gestión, frente a la crisis internacional, comparto con ustedes las medidas correspondientes que el Banco Central de Reserva del Perú tomó para enfrentar la reciente crisis financiera internacional, desde que ésta inició su profundización en setiembre de 2008.

Utilizó oportunamente un conjunto de instrumentos de política monetaria para asegurar la continuidad de la cadena crediticia y evitar una crisis cambiaria, contribuyendo a atenuar los efectos adversos de la crisis.

Desde setiembre de 2008, mientras otros países sufrían la paralización del crédito y la fuerte depreciación de sus monedas, el BCRP aplicó medidas para inyectar liquidez por más de S/. 35 mil millones, suma equivalente a casi el 9% del PBI. Se redujeron las tasas de encaje, se implementaron nuevos mecanismos de inyección de liquidez como las Repos a plazos de hasta 1 año, swaps de monedas, recompra de los Certificados de Depósito del BCRP, entre otros. Así, no se paralizó el crédito y se aseguró que los bancos dispusieran de los recursos para seguir financiando la actividad económica. Además, desde setiembre de 2008, con el fin de reducir la volatilidad del tipo de cambio, el BCRP vendió moneda extranjera por US$ 6 843 millones. Ello fue posible porque desde 2006 el BCRP había comprado US$ 23 333 millones.

Una vez que pasaron los momentos de fuerte turbulencia internacional, en febrero de 2009, se comenzó a reducir la tasa de interés de referencia. Si esta medida se hubiese dado antes se corría el grave riesgo de que las expectativas inflacionarias no bajaran, además de una posible crisis cambiaria y una paralización del crédito, pues en una economía dolarizada como la peruana, cualquier aumento brusco del tipo de cambio puede significar que las personas y empresas endeudadas en dólares no cumplan con sus obligaciones, con el consiguiente efecto recesivo en la economía. Es así, que cuando se controlaron las expectativas inflacionarias y se disiparon las presiones alcistas sobre el tipo de cambio en marzo de 2009, el BCRP incrementó el ritmo de reducción de la tasa de interés de referencia a partir de abril, hasta llevarla al nivel actual de 1,25%, históricamente la más baja y la segunda tasa menor de la región.

Desde julio de 2009 el BCRP ha realizado operaciones swap de intercambio de dólares por soles a plazos hasta un año, con el objetivo de abaratar el costo del fondeo en soles de las entidades financieras, en particular las dirigidas hacia las microfinanzas, y propiciar que las tasas de interés de los créditos en dicho segmento, bajen más rápido.





Detalle de Medidas de Política Monetaria del BCRP

Setiembre 2008
26/09: Exonera el encaje a adeudados externos de entidades financieras a plazos de 2 años o más. (Circular 038-2008)
Venta de dólares por US$ 2 008 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Octubre
10/10: Se establecen REPOS en moneda extranjera. (Circular 041-2008)
20/10: Se establece un encaje único en moneda nacional de 9 por ciento, que es igual al encaje mínimo legal, para las obligaciones sujetas al régimen general. Asimismo, se exonera de encaje al incremento de los créditos del exterior. (Circular 042-2008)
20/10: Se reduce de 49 a 35 por ciento la tasa de encaje marginal en moneda extranjera aplicada sobre las obligaciones sujetas al régimen general. Asimismo, se exonera de encaje al incremento de los créditos del exterior. (Circular 043-2008)
24/10: Se incorpora la opción de SWAP directo de dólares por soles. (Circular 044-2008)
30/10: Se extienden los plazos de las operaciones REPOS hasta 1 año y se amplía el número de participantes en las subastas (AFP's y Fondos Mutuos). (Circular 045-2008)
Venta de dólares por US$ 2 588 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Noviembre
28/11: Exoneración al 33 por ciento de obligaciones en soles hasta un máximo de S/. 100 millones. (Circular 050-2008)
28/11: Reduce de 120 a 35 por ciento el encaje en moneda nacional a depósitos de no residentes. (Circular 050-2008)
28/11: Reduce de 120 a 9 por ciento el encaje en moneda nacional a fondos de no residentes destinados a financiar microfinanzas. (Circular 050-2008)
28/11: Tope de 35 por ciento al encaje medio a créditos externos de corto plazo. (Circular 051-2008)
28/11: Se reduce a 35 por ciento el encaje en moneda extranjera para las obligaciones del régimen especial. (Circular 051-2008)
Venta de dólares por US$ 810 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Diciembre
30/12: Se reduce la tasa del encaje mínimo legal de 9,0 a 7,5 por ciento. (Circular 054-2008)
30/12: Se reduce a 35 a 30 por ciento el encaje marginal en moneda extranjera para las obligaciones del régimen general. (Circular 055-2008)
Venta de dólares por US$ 289 millones para reducir la volatilidad cambiaria.

Enero 2009
30/01: Se reduce la tasa del encaje mínimo legal en moneda nacional de 7,5 a 6,5 por ciento. Además, se reduce el requerimiento mínimo de fondos de encaje que los bancos deben mantener en su cuenta corriente del BCRP de 2,0 a 1,5 por ciento del TOSE. (Circular 002-2009)
Venta de dólares por US$ 676 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Febrero 2009
05/02: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 6,50 a 6,25 por ciento.
Venta de dólares por US$ 473 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Marzo
05/03: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 6,25 a 6,0 por ciento.
20/03: El Banco Central de Reserva del Perú redujo la tasa de encaje mínimo legal de 6,5 por ciento a 6,0 por ciento, y el requerimiento de cuenta corriente de 1,5 por ciento a 1,0 por ciento. (Circular 006-2009)
Abril
08/04: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 6,0 a 5,0 por ciento.
15/04: El BCRP ofrece comprar a las empresas del sistema financiero, cartera de créditos representada en títulos valores, con el compromiso de que éstas realicen la recompra de la misma en la fecha pactada. (Circular 009-2009)
Mayo 2009
07/05: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 5,0 a 4,0 por ciento.
Compra de dólares por US$ 77 millones para reducir la volatilidad cambiaria.
Junio
04/06: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 4,0 a 3,0 por ciento.
Julio
09/07: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 3,0 a 2,0 por ciento.
24/07: Primera subasta swap de intercambio de dólares por soles a plazos de 6 meses, con el objetivo de abaratar el costo del fondeo en soles de las entidades financieras, en particular las dirigidas a las microfinanzas.
Agosto
06/08: El Directorio del Banco Central de Reserva del Perú aprobó reducir la tasa de interés de referencia de la política monetaria de 2,0 a 1,25 por ciento.
14/08: Operaciones swap de intercambio de dólares por soles a plazos de un año, con el objetivo de abaratar el costo del fondeo en soles de las entidades financieras, en particular las dirigidas a las microfinanzas.


Bueno, espero que la presente lectura haya satisfecho la necesidad de cifras oficiales en el tema económico y a la vez sirva de “brújula” en las decisiones comerciales o financieras a los amigos empresarios.
Un abrazo,

Manuel Salvador